Presentación

La siguiente nota es repoducida de la revista “Takaynamo” de la ciudad de Chepén.

Chepén, 25 de Junio de 1982

ARTES Y LETRAS

LIBROS Y REVISTAS

Por: Antonio Escobar Medivez

ESTAMPAS PACASMAYINAS

El año 1975, Octavio Polo Briceño, residente en Pacasmayo y pastor de la Iglesia Bautista de ese distrito, publicó “Estampas Pacasmayinas”, singular obra literaria, que el autor ha realizado movido por “la continua búsqueda del folklore del distrito de Pacasmayo por estudiantes de los diferentes niveles educacionales hizo que naciera Estampas Pacasmayinas”.

Introducirnos en las páginas de Estampas Pacasmayinas, es recorrer Pacasmayo y extasiarse caminando por su mercado, mirar las placeras, las cocineras, las herbolarias, las vendedoras de pescado. Con un estilo muy peculiar Octavio Polo Briceño nos habla de la Feria de los Lunes, de las “chunchas” pacasmayinas”; donde narra cómo se bañaban antes en las playas de ese puerto. “Las damas vestían con recato, usaban unos vestidos negros de lanilla, que les cubría desde la muñeca de la mano hasta los tobillos. Así se manifestaba la coquetería femenina, en cambio ahora se enseña todo, no se cubre nada… Los cabelleros usaban una camiseta grande con franjas, que les daba un airecito de presos…”.

Octavio Polo Briceño, ha sabido con su obra Estampas Pacasmayinas, mostrarnos lo que fue Pacasmayo hasta 1973. En su incansable búsqueda, ha logrado descubrir personajes olvidados de ese distrito: La tamalera, los pastorcitos de navidad, la florista, el Chino (un canillita vendedor de diarios… El chino es muy trabajador. “¡Y efectivamente lo es! Figúrense que tiene carro, camioneta, televisor y ritmo musical. Todo comprado con sus ahorros”), Torbellino – Gloria de los Espartanos, la peluquería “El Peneca”, “El tigre a la Orden”, la loca María (hermoso personaje que últimamente ya no vemos por las calles de Pacasmayo). De ella nos dice el autor: “Estamos seguros que no ha existido, ni existirá, en la historia de Pacasmayo un dedo tan “sustancioso” como el dedo de la loca María”. También recuerda Polo Briceño al “Loco Gardel” y lo incluye en su obra Leyendas Pacasmayinas.

Esta singular obra impresa en su mimeógrafo casero, en un tiraje de cien ejemplares, es de suma importancia para la Provincia de Pacasmayo. Lamentamos lo corto del tiraje, pero conociendo las limitaciones existentes para la publicación de este tipo de obras, se justifica.

Octavio Polo Briceño publicó también ese mismo año Pacasmayo Histórico obra que comentaremos posteriormente. Tiene diferentes trabajos que esperan ver la luz, “pero resulta tan caro publicar” que están durmiendo el sueño de los justos. Tiene una hermosa biblioteca, donde brinda atención a miles de estudiantes de Pacasmayo y San Pedro de Lloc.

Saludamos y abrazamos a Octavio Polo Briceño, incansable investigador, narrador y buen amigo, y le pedimos siga bregando en esta hermosa tarea de difundir la cultura.

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