George Bruce cambió el diseño para siempre

No pretendo ser el primero en haber fundido los tipos llamados “Script”, ni el primero en haber fundido aquellos del tamaño llamado “Doble Pequeña Pica”, ni reclamo originalidad en los contornos de ninguno de los tipos por los que ahora solicito una patente. No deseo impedir que otros fundidores corten y fundan artículos similares o mejores. Sin embargo, mis tipos son únicos en su tamaño, proporciones, detalles y efectos de impresión, combinando peculiaridades por las cuales se distinguen de todos los demás, y esta combinación en su conjunto, reclamo como mi creación.

George Bruce – Solicitud de patente de sus diseños, 1842

El 9 de noviembre de 1842, George Bruce, un innovador de la tipografía, recibió la primera patente de diseño en los Estados Unidos por sus caracteres tipográficos y bordes ornamentales. Este hito no solo reconocía la belleza inherente de la tipografía, sino que también establecía un precedente para la protección del diseño estilístico en la legislación de patentes.

Nacido en Escocia en 1781 y emigrado a América, Bruce se convirtió en un renombrado tipógrafo y fundidor de tipos en Nueva York. Su trabajo meticuloso y su innovación en el diseño de tipos le ganaron un lugar distinguido en la historia de la impresión.

La tipografía en el siglo XIX

En el siglo XIX, y con la Revolución Industrial acelerando la producción de libros y periódicos, la tipografía estaba en pleno auge. Ya se habían desarrollado algunas familias principales de tipos como la Roman, Itálica, Negrilla, etc., pero estas clasificaciones eran más que nada funcionales, aunque ya comenzaban a ser apreciados también por su estética.

Los tipos eran esculpidos en bloques de metal en forma muy cuidadosa en un proceso manual muy intrincado. Cada letra o carácter era grabada en un bloque de acero por un artesano especializado en este arte. El mismo proceso de creación de los tipos era una protección para sus dueños, puesto que cualquier persona que quisiera copiar su arte tendría que desarrollar la misma habilidad y usar la misma cantidad de tiempo para poder hacer su copia.

Cuando el avance de la tecnología hizo posible que se hagan copias fáciles de los tipos a partir de moldes en lugar de volverlos a esculpir, los artesanos como Bruce sintieron una creciente amenaza al desarrollo de su arte y negocio.

Patente de diseño

La patente de Bruce marcó un cambio de paradigma. Donde antes la ley de patentes se limitaba a proteger únicamente la funcionalidad, George Bruce pidió y recibió el reconocimiento de la protección a su diseño estético. Por primera vez, la forma visual de un objeto funcional obtenía protección legal, allanando el camino para futuras innovaciones en diseño.

Esta nueva idea, que el diseño y la estética tenían un valor comercial protegible, transformó el paisaje de la propiedad intelectual, adaptándose a una era donde la presentación visual era tan vital como la función.

La patente incentivó a los diseñadores a buscar la originalidad no solo en la utilidad sino en la forma, desatando una ola de creatividad en el diseño tipográfico y gráfico.

Las nuevas tecnologías

Con el desarrollo de la tecnología digital, la tipografía y el diseño gráfico experimentaron una revolución. Las herramientas digitales permiten una experimentación y personalización sin precedentes, con la ley de patentes esforzándose por mantenerse al día.

Los Tokens No Fungibles (NFT por sus siglas en Inglés) buscan proveer de una forma de protección al diseño y arte digital demostrando la propiedad y autenticidad de un artículo digital único. La oficina de patentes ha establecido guías de cómo un NFT puede ser usado para la demostración de propiedad en la obtención de una patente.

Mirando hacia el futuro, tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la impresión 3D plantean preguntas sobre la autoría y la originalidad. Las patentes de diseño deben evolucionar para abordar estos desafíos, protegiendo la innovación y fomentando el avance tecnológico.

Conclusión

La patente de George Bruce fue más que un reconocimiento a la estética; fue un presagio de la creciente importancia del diseño en la sociedad. A medida que avanzamos hacia un futuro digital y automatizado, la intersección entre tecnología, arte y ley continúa evolucionando, con la patente de Bruce como un recordatorio de la necesidad de proteger la creatividad en todas sus formas.

Referencias:
Patentes en la historia
George Bruce – Wikipedia