En 2016, se llevó a cabo el primer estudio aleatorio sobre la eliminación de la glándula timo para tratar la miastenia gravis (MG). Liderado por el Dr. Gil I. Wolfe, profesor distinguido de SUNY y profesor de neurología en la Jacobs School of Medicine and Biomedical Sciences de la Universidad de Buffalo, el estudio confirmó definitivamente los beneficios de la timectomía, incluso en pacientes con MG que no tenían un tumor en el pecho.
Un estudio de extensión liderado por Wolfe y publicado en The Lancet Neurology en 2019 encontró que estos beneficios perduran hasta cinco años después del procedimiento. Sin embargo, el año pasado, un artículo en el New England Journal of Medicine planteó dudas sobre la eliminación del timo, generando preocupación en las comunidades médicas y quirúrgicas. Según Wolfe, el artículo sugiere que la eliminación del timo puede duplicar el riesgo de cáncer y muerte en las décadas siguientes y aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes.
Wolfe explica que siempre ha habido preocupación sobre la eliminación del timo, excepto en casos donde los pacientes tienen un tumor subyacente, como un timoma, donde la eliminación es necesaria. “Debido a esta preocupación, los investigadores han buscado durante décadas impactos adversos de la eliminación del timo sin identificar una señal de preocupación”, dice Wolfe. El reciente artículo reavivó esta cuestión, obligando a la comunidad de tratamiento de MG a proporcionar una perspectiva sobre la seguridad de la timectomía.
En abril, Wolfe fue autor principal de un artículo de opinión publicado en Neurology titulado “¿Tiene Consecuencias Dañinas la Eliminación Quirúrgica del Timo?” en respuesta al artículo del NEJM. Wolfe señala que la timectomía se realiza exclusivamente con fines terapéuticos, ya sea en presencia de un tumor o como tratamiento para la MG. Además, la eliminación parcial del timo es común durante la cirugía cardíaca para despejar el campo quirúrgico, ya que se cree que la función del timo es de importancia marginal o obsoleta a partir de la mediana edad.
El artículo de opinión describe la función del timo como crucial en la “formación” de las células T en la primera etapa de la vida, esenciales para distinguir bacterias, virus y otros patógenos como invasores extraños. “El timo normalmente elimina las células T que reaccionan a los autoantígenos, es decir, a tus propios tejidos”, dice Wolfe. Sin embargo, en ciertas enfermedades inmunomediadas, incluida la miastenia grave, este proceso falla y se desarrolla la autoinmunidad.
Wolfe explica que en el tipo más común de MG, sin timoma subyacente, la timectomía ha demostrado mejorar los resultados utilizando métricas objetivas y subjetivas, reducir los requisitos de medicación, incluidos los corticosteroides, y disminuir la necesidad de hospitalizaciones y terapias de rescate en la enfermedad. “Se observó significancia estadística para todos estos resultados en comparación con los pacientes tratados solo con un régimen de medicación idéntico”, dice Wolfe.
Este enfoque no es nuevo; se ha aplicado durante más de 80 años. Sin embargo, solo en la última década se pudo probar la eficacia de la eliminación del timo en un ensayo clínico riguroso y controlado. La creencia en su efectividad era compartida por muchos en el campo durante décadas. El equipo de investigadores y personal de investigación, que contaba con casi 300 personas en todo el mundo, finalmente pudo demostrarlo.