El Maremoto

Una cosa es que les cuente y otra que Uds. mismos se encuentren flotando sobre las frías aguas del mar pacasmayino a eso de las cuatro de la mañana. ¡Es terrible, enfría hasta el alma!
Todos nos acostamos tranquilos la noche del miércoles como de costumbre sin pensar lo que nos iba a suceder. Cuando a eso de las cuatro de la mañana del jueves 12 de mayo de 1986, el ulular de la sirena de los bomberos nos despertó anunciando la terrible catástofre que amenazaba a la indefensa población pacasmayina:

¡Maremoto…! ¡Maaremoto…! ¡Maremoto…!

Ante esta nefasta noticia la gente comenzó a correr desesperadamente. Los padres corrían llevando a sus menores hijos en brazos, o de la mano a sus ancianos padres, o iban cargando a sus enfermos o animales mimados. Con los ojos llenos de lágrimas musitaban sus oraciones. Algunos lograron echar mano de sus joyas, otros las perdieron, las abandonaron…
Todos salieron huyendo, excepto los que no tuvieron amigos que los despertaran por ser muy dormilones, cuando despertaron ya era demasiado tarde. Sus cuerpos ya estaban cubiertos bajo toneladas de arena o flotando sobre las frías aguas de la imaginación. En esos momentos fueron muy priviligiados los que tenian carro, salieron disparados hacia Guadalupe, Chepén o San José. Los que no tenían movilidad corrieron a refugiarse en las partes más elevadas de la ciudad cerca de la Fábrica de Cemento donde esperaron al terrible maremoto. Algunos levantando las manos al cielo, otros entregados al llanto de arrepentimiento, porque pensaban que el Maremoto venía por castigo del cielo por ser ellos muy pecadores.
La noticia del maremoto se originó según algunos en la capitanía. Así lo afirmaban los chasquis que iban tocando las puertas de las casas.”De parte de la capitanía, abandonen sus casas lo más pronto posible, Pacasmayo será inundado por un fuerte maremoto… Otros dicen que fue un profesional quién dió la noticia antes de abandonar la ciudad. El se fue a un lugar donde no le podía alcanzar el maremoto. Un tercer grupo dice que la noticia se originó en la cabeza del cacique del pueblo. Este dió la orden a toda su tribu para que saliera por las calles tocando las puertas, gritando a todo pulmón para que la gente escape del temible maremoto. Cuando la gente oyó esa noticia del maremoto fue embargada de pánico y salió en masa corriendo por las calles hacia la parte alta llevando sólo lo que estaba a su alcance.
Los que viven en la parte alta de la ciudad al despertarse ante los deseperados gritos de maremoto… pensaban que toda la parte baja de Pacasmayo estaba bajo las aguas. Una señora muy afligida dijo a su esposo que fuera a ver si podía hacer algo por sus familiares que viven en la parte baja. El padre dijo “voy”. “No papá, las calles deben estar llenas de agua”. El esposo de la señora salió hacia la parte baja, pero cuando llegó, no habia nada de agua. Entonces se pasó hasta el malecón. Ahí el mar estaba más manso que una paloma.
Después de las seis de la mañana, la gente desesperada de tanto esperar el maremoto, comenzaron a sospechar que había sido víctimas de un cuento, de esos que siempre les hacen a los pacasmayinos. Entonces resolvieron retornar a sus moradas, con sus cabezas bajas, llenos de verguenza, lanzando maldiciones…! ¡cosas que les pasa a los pacasmayinos!

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