El Loco Gardel

gardel[1]¡Pim..! ¡Pum..! ¡Pam..! ¡Arriba las manos…! Era la voz de alerta que lanzaba el “loco Gardel” a sus imaginarios enemigos.
De este inolvidable personaje que ha sido el compañero ideal de muchos niños, su figura se guardará inborrable en la mente de quienes pasaron gratos momentos al lado del “loco Gardel”. Su mayor deleite era jugar la “serial” en donde él desempeñaba el papel de “joven”. Un considerable número de niños lo rodeaban, quienes hacían de bandidos. Y tal como en las películas él se dejaba capturar por los supuestos bandidos, quienes lo amarraban pero él con la astucia de “joven” lograba desatarse y burlar a sus captores.
Muchos de aquellos niños, ahora profesionales, recuerdan aquellos gratos momentos en que compartían el fantástico mundo del “loco Gardel”.
A primera vista esta criatura hacía estremecer, con sus desgreñados cabellos, sus brillantes ojos y sus colmillos de Gorgona. Pero en el fondo “Gardel” era alegre y muy sumiso con satisfacción hacía cualquier trabajito para ganarse una propina o un pedazo de pan. Sólo de vez en cuando los niños lo molestaban y esto sacaba de sus “casillas”, entonces se oía ¡Pim…! ¡Pum..! ¡Pam..! La gente decía que “Gardel” era hijo de buena familia. El nombre le vino porque cuando llegó a Pacasmayo, cantaba los populares tangos de Carlos Gardel.

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