El Cuentapasos

Juan Izquierdo más conocido por “Cuentapasos” era un personaje que vivía en un mundo lleno de fantasía. Su especialidad era medir las calles de Pacasmayo, usando sus pies y manos. Llegó a esta ciudad porteña desde Cajamarca en compañía de su madre a quién amaba entrañablemente. Por aquel entonces era un joven sano, robusto y muy trabajador. Sucedió que falleció su madre, y este deceso lo afectó tanto, que desde entonces se dedicó a medir las calles cotidianamente. Era muy interesante observar cuando empezaba su labor. Parecía a esos primitivos sabios cuando estaban dando inicio al conocimiento de las ciencias exactas. Primero ponía un pie, lo miraba que estuviera bien plantado, lo marcaba con tiza, luego colocaba el otro pie, después se agachaba y medía, uno a dos palmos, y si era necesario añadía los dedos. Se quedaba inmóvil, pensando, luego como si un rayo de luz celestial lo iluminara, de su boca brotaba una triunfante sonrisa, se levantaba y se marchaba…
Desde que se le cruzaron los “chicotes” se rostro reflejaba el profundo sufrimiento por la pérdida de su ser querido y por la dura lucha por la vida. Vestía de harapos y dormía por los bosquecillos del “Puente Fierro”. Para ganarse el pan de todos los días cargaba bultos en el Mercado Central. Su paradero favorito era en las esquinas Espinar y Adolfo King. Muchos corazones caritativos le extendieron su mano para ayudarlo.

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